10 Pero si nos dicen que vayamos a donde ellos están, ésa será la señal de que Dios nos ayudará a derrotarlos.
11 Entonces se acercaron. Y cuando los filisteos los vieron, se dijeron unos a otros: «Miren, los israelitas ya están saliendo de sus escondites».
12 Enseguida le gritaron a Jonatán y a su ayudante: «¡Vengan acá, que les vamos a decir algo!»Jonatán le dijo a su ayudante: «Vayamos, pues Dios nos ayudará a vencerlos».
13 Así que subió ayudándose con pies y manos, y tras él subió su ayudante. A cada soldado filisteo que encontraba, lo hería, y su ayudante lo mataba.
14 En ese ataque, y en un lugar tan estrecho, Jonatán y su ayudante mataron a unos veinte hombres.
15 Además, Dios hizo que temblara la tierra, y el ejército filisteo se asustó mucho.
16 Saúl había puesto en Guibeá de Benjamín unos vigilantes, y cuando éstos vieron que el ejército filisteo estaba huyendo en completo desorden