26 En Babilonia conocían a Daniel con el nombre de Beltsasar. Entonces el rey le dijo a Daniel:—¿Así que tú vas a decirme lo que soñé, y lo que significa mi sueño?
27 Y Daniel le contestó:—No hay ningún sabio ni adivino capaz de adivinar lo que Su Majestad quiere saber.
28-30 Yo mismo, no soy más sabio que nadie. Pero en el cielo hay un Dios que conoce todos los misterios.»Mientras Su Majestad dormía, pensaba mucho en el futuro y comenzó a soñar. Pues bien, Dios ha hecho ver a Su Majestad, en esos sueños, lo que está por suceder. Y a mí, me ha dado a conocer el significado de esos sueños.
31 »Su Majestad soñaba que veía una estatua muy grande y fea, la cual le causaba mucho miedo.
32 La cabeza de la estatua era de oro puro, el pecho y los brazos eran de plata, el vientre y los muslos eran de cobre,
33 y las piernas eran de hierro. ¡Pero los pies eran de una mezcla de hierro y barro!
34 »Mientras Su Majestad contemplaba la estatua, una piedra que nadie arrojó vino rodando, golpeó a la estatua en los pies, ¡y la estatua se vino abajo!