18-20 »Apréndanse de memoria estas enseñanzas, y mediten en ellas; escríbanlas de tal modo que puedan atarlas a sus brazos o colgarlas sobre su frente, para que en todo momento puedan recordarlas. Escríbanlas también en las puertas de su casa y en los portones de sus ciudades. Enséñenselas a sus hijos en todo momento y lugar,
21 y así ustedes y ellos vivirán largos años en esta tierra que Dios les ha prometido. ¡Vivirán allí mientras el cielo exista!
22 »Si obedecen siempre los mandamientos que hoy les doy, y si aman a su Dios y le son fieles,
23-24 Dios expulsará de ese territorio a los pueblos que ahora viven allí. Ustedes derrotarán a naciones grandes y poderosas. De norte a sur, y de este a oeste, nadie podrá quitarles el territorio que conquisten.
25 Nunca nadie podrá derrotarlos, porque su Dios hará que todas las naciones tiemblen de miedo ante ustedes. Dios así lo ha prometido.
26 »Hoy mismo deben elegir si quieren que les vaya bien, o si quieren que les vaya mal.
27 Si obedecen los mandamientos que hoy les da su Dios, les irá bien;