5 »Acuérdense, además, de cuánto los ayudó en su travesía por el desierto, hasta traerlos aquí.
6 ¡Y cómo olvidar lo que Dios hizo con Datán y Abiram, cuando no quisieron que Dios me nombrara jefe de Israel! Ellos eran hijos de Eliab y descendientes de Rubén, pero por causa de su rebeldía Dios hizo que la tierra se los tragara, ¡y la tierra se los tragó, junto con sus familias y pertenencias! De esto, todos ustedes fueron testigos.
7 Con sus propios ojos, ustedes han podido ver el gran poder de Dios.
8 »Obedezcan todos los mandamientos que hoy les he dado. Así tendrán poder para conquistar el territorio al que van a entrar.
9 Si lo hacen, vivirán largos años en ese territorio que Dios les ha prometido. ¡Es tan fértil que siempre hay abundancia de alimentos!
10 En Egipto ustedes tenían que trabajar mucho para sembrar la semilla y regar la tierra.
11 Pero en el territorio que van a ocupar la lluvia riega los campos, los montes y los valles.