1 Moisés continuó diciendo:«Nuestro Dios los hará entrar en la tierra que les va a dar. Arrojará de allí a siete naciones más grandes y poderosas que ustedes: los hititas, los gergeseos, los amorreos, los cananeos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos.
2 Cuando Dios ponga a esas naciones bajo el dominio de ustedes, no les tengan compasión ni hagan ningún trato con ellas; ¡destrúyanlas por completo!
3 No permitan que ninguno de sus hijos o hijas se case con gente de esas naciones.
4 Por causa de esa gente, sus hijos y sus hijas adorarán a otros dioses y dejarán de obedecer a nuestro Dios. Y si eso llegara a suceder, él se enojaría muchísimo con ustedes y en un instante los destruiría.
5 »Lo que ustedes deben hacer es derribar los altares de esa gente y destruir y quemar los ídolos que adoran, especialmente las imágenes de la diosa Astarté.
6 »Ustedes son un pueblo especial. Dios los eligió de entre todas las naciones del mundo, para que fueran su pueblo preferido.
7 Pero si Dios los prefirió, no fue por ser ustedes un pueblo muy importante. Al contrario, eran el pueblo más insignificante de todos.