5 Voy a traerles también un poco de pan, para que recobren las fuerzas y puedan seguir su camino. ¡Ésta es su casa, y estoy para servirles!Los tres visitantes le contestaron:—Está muy bien. Haz todo lo que dijiste.
6 Abraham entró corriendo a la tienda donde estaba Sara, y le dijo: «¡Date prisa! Toma unos veinte kilos de la mejor harina, y ponte a hacer pan».
7 Luego fue al corral, tomó el más gordo de sus terneros, y se lo dio a un sirviente para que lo preparara enseguida.
8 Además del ternero, Abraham les ofreció a sus invitados mantequilla y leche. Mientras ellos comían, Abraham se quedó de pie bajo un árbol, atento para servirles.
9 Los visitantes le preguntaron:—¿Y dónde está tu esposa?Abraham les respondió:—Está dentro de la tienda.
10 Uno de ellos le dijo:—El año que viene volveré a visitarte, y para entonces tu esposa ya será madre de un hijo.Sara estaba a la entrada de la tienda, detrás de Abraham, escuchando lo que decían.
11 Abraham y Sara ya eran muy ancianos, y Sara no estaba ya en edad de tener hijos,