5 aún no había árboles ni plantas en el campo, porque Dios todavía no había hecho que lloviera, ni había nadie que cultivara la tierra.
6 Del suelo salía una especie de vapor, y eso era lo que mantenía húmeda la tierra.
7 Entonces Dios tomó un poco de polvo, y con ese polvo formó al hombre. Luego sopló en su nariz, y con su propio aliento le dio vida. Así fue como el hombre comenzó a vivir.
8 Dios había plantado un jardín al cual llamó Edén, y allí puso al hombre.
9 Luego Dios hizo que creciera allí toda clase de árboles; eran hermosos y daban fruta muy sabrosa. En medio de ese jardín estaba el árbol de la vida, y también el árbol del conocimiento del bien y del mal.
10 De Edén salía un río que regaba el jardín y luego se dividía en otros cuatro ríos.
11 El primer río se llamaba Pisón, y es el que rodea todo el país de Havilá. Allí hay oro