4 Que Dios te bendiga a ti y a tus descendientes, como bendijo a Abraham. Así llegarás a ser el dueño de la tierra donde ahora vives como extranjero, pues Dios se la dio a Abraham».
5 Después de esto, Isaac despidió a Jacob, y éste se fue a Padán-aram a vivir con la familia de su madre.
6-8 Cuando Esaú se enteró de todo lo que su padre le había dicho a Jacob, y de que éste se había ido a Padán-aram, comprendió que las mujeres de Canaán no eran del agrado de su padre.
9 Por eso, además de las mujeres que ya tenía, se casó con una de las hijas de Ismael hijo de Abraham, la cual se llamaba Mahalat, hermana de Nebaiot.
10 Jacob salió de Beerseba y se fue hacia Harán.
11 Cuando llegó a cierto lugar, se quedó allí para pasar la noche, pues ya había oscurecido. Tomó una de las piedras que allí había, recostó su cabeza sobre ella y se acostó a dormir.
12 Esa noche tuvo un sueño. En ese sueño vio una escalera que llegaba hasta el cielo, y por ella subían y bajaban los ángeles de Dios.