48-50 Entonces dijo Labán:«En este día, este montón de piedras servirá de señal para recordarnos nuestro pacto. Cuando ya estemos lejos el uno del otro, que sea Dios quien nos vigile. Si maltratas a mis hijas, o te casas con otras mujeres, recuerda que Dios es nuestro testigo».Por eso, además de llamar Galaad al montón de piedras, también se le llamó Mispá, que significa «Dios vigila».
51 Luego, Labán le hizo ver a Jacob:«Este montón de piedras, y esta columna que he levantado entre nosotros dos,
52 servirá de señal para recordarnos nuestro pacto. Ni tú ni yo cruzaremos este límite para hacernos daño.
53 Pongo entre nosotros, como juez, al Dios de Abraham y Nahor, nuestros abuelos».Jacob hizo el juramento en el nombre del Dios que su padre Isaac adoraba;
54 luego sacrificó un animal allí mismo en el cerro, e invitó a comer a todos sus parientes. Después de comer, todos ellos pasaron la noche allí.
55 A la mañana siguiente Labán se levantó muy temprano, y luego de besar a sus nietos y a sus hijas, les dio su bendición y se regresó a su casa.