16 Entregó a sus sirvientes cada manada por separado, y les ordenó adelantarse y mantenerse a distancia unos de los otros.
17 Al guía de la primera manada le ordenó:«Cuando te encuentres con mi hermano Esaú, y él te pregunte quién eres y a dónde vas, y de quién son todos estos animales,
18 le dirás que son míos, pero que yo se los regalo. Dile también que yo vengo detrás de ti».
19 Estas mismas instrucciones les dio al segundo y al tercer guía, y a los que iban tras las manadas. A todos ellos los obligó
20 a decir que él venía siguiéndolos. Y es que Jacob pensaba: «Voy a calmar a Esaú con estos regalos, y así, cuando me vea, me recibirá bien».
21 Luego de enviar esos regalos, Jacob se quedó a pasar la noche en el campamento.
22-23 Esa misma noche Jacob se levantó, tomó todas sus posesiones, y junto con su familia cruzó el arroyo Jaboc.