7 Jacob se asustó mucho, así que dividió a su gente y a su ganado en dos grupos,
8 pues pensó: «Si Esaú llega y ataca a uno de los grupos, al menos el otro grupo podrá escapar».
9 Y Jacob hizo esta oración:«Dios mío, tú eres el Dios de mi abuelo Abraham y de mi padre Isaac. Tú me ordenaste regresar a mi tierra, con mis parientes, y me prometiste tu ayuda.
10 Siempre me tratas con mucha bondad, aunque no lo merezco, pues soy yo quien debe servirte. Cuando crucé el río Jordán, sólo tenía un palo para defenderme, pero ahora tengo gente y ganado para formar dos grupos.
11-12 Tú me prometiste que me iría bien, y que mis descendientes llegarían a ser como la arena del mar, que no se puede contar. ¡Líbrame ahora de mi hermano Esaú! Tengo miedo de que venga y nos ataque a todos».
13 Esa noche Jacob durmió en aquel lugar. De los animales que tenía, apartó para regalarle a su hermano
14 doscientas cabras, veinte chivos, doscientas ovejas, veinte carneros,