15 Y como Dios había hablado allí con él, Jacob llamó a ese lugar Betel, que significa «casa de Dios».
16 Jacob y su gente se fueron de allí. Estaban por llegar a Efrata cuando le llegó a Raquel la hora de tener otro bebé.
17 Como tenía mucho problema para tenerlo, la mujer que la ayudaba le dijo: «No tengas miedo, que también este bebé va a ser niño».
18 El niño nació bien, pero Raquel estaba a punto de morirse. En sus últimos momentos de vida le puso a su hijo el nombre de Ben-oní, que significa «hijo de mi dolor». Sin embargo, Jacob le cambió el nombre y le puso Benjamín, que significa «hijo favorito».
19 Raquel murió, y la enterraron en el camino de Efrata, donde ahora es Belén.
20 Sobre su tumba, Jacob levantó una columna de piedras. Hasta el momento en que esto se escribe, esa columna marca el lugar de la tumba de Raquel.
21 Una vez más, Jacob se puso en marcha y acampó más allá de la torre de Éder.