24 Sin embargo, José se apartó de ellos y se echó a llorar. Luego regresó a donde estaban y ordenó que tomaran preso a Simeón, y que lo encadenaran.
25 Después ordenó que les llenaran de trigo sus sacos, y que pusieran en los sacos el dinero que habían pagado. También ordenó que les dieran comida para el viaje. Una vez hecho esto,
26 los hermanos de José echaron el trigo sobre los burros y se pusieron en camino.
27 Cuando llegaron al lugar donde iban a pasar la noche, uno de ellos abrió su saco para darle de comer a su burro, ¡y se encontró con que en el saco estaba su dinero! Enseguida les dijo a sus hermanos:
28 «¡Me devolvieron mi dinero! ¡Mírenlo, aquí está, dentro del saco!»Al ver esto, todos ellos se asustaron y empezaron a temblar de miedo, mientras se preguntaban: «¿Qué es lo que Dios está haciendo con nosotros?»
29 Cuando llegaron a Canaán, le contaron a su padre todo lo que les había pasado. Le dijeron:
30 «El gobernador de Egipto nos habló muy fuerte, y hasta nos acusó de ser espías.