2 así que cuando se acabó el trigo que habían traído de Egipto, su padre les dijo:—Vuelvan a Egipto y compren más trigo para que tengamos comida.
3-5 Pero Judá le dijo:—El gobernador de Egipto claramente nos dijo que no va a recibirnos si no llevamos a nuestro hermano. Así que iremos a comprar trigo sólo si dejas que él nos acompañe.
6 Su padre les dijo:—¿Y para qué le dijeron que tenían otro hermano? ¿Por qué me causan tantos problemas?
7 Ellos le respondieron:—Es que ese hombre nos hacía muchas preguntas acerca de nosotros y de nuestra familia. Que si todavía vivías, que si teníamos algún otro hermano. Nosotros no hicimos más que responderle. Jamás nos imaginamos que nos pediría llevar a nuestro hermano.
8 Por su parte, Judá le dijo a su padre:—Si queremos seguir con vida, Benjamín tiene que venir con nosotros. Déjalo ir, y nos iremos enseguida.
9 Yo me hago responsable por él. Si no te lo devuelvo aquí mismo, toda mi vida cargaré con la culpa.
10 Francamente, si no hubiéramos dejado pasar tanto tiempo, ¡ya hubiéramos ido y vuelto dos veces!