18 Pero Judá se acercó a José y le dijo:—Mi señor, yo sé que hablar con usted es como hablar con el rey mismo. Pero yo le ruego que no se enoje conmigo y me permita decirle una sola cosa.
19 Usted nos preguntó si todavía teníamos a nuestro padre, o algún otro hermano.
20 Nosotros le respondimos que nuestro padre ya era anciano, que había tenido dos hijos con su esposa Raquel. Uno de ellos murió y sólo queda el más joven, que nació cuando él ya era viejo. Por eso nuestro padre lo quiere mucho.
21 Usted nos pidió que lo trajéramos para conocerlo.
22 Nosotros le aclaramos que nuestro padre podría morirse de tristeza si el muchacho lo dejaba solo.
23 Con todo, usted nos dijo que volvería a recibirnos sólo si regresábamos con nuestro hermano.
24 »Cuando volvimos a la casa de nuestro padre, le contamos todo lo que usted nos dijo,