1-2 Más tarde, José le ordenó al mayordomo de su casa que llenara los sacos de sus hermanos con todos los alimentos que cupieran en ellos, y que en cada uno de los sacos pusiera el dinero que habían pagado por el trigo. También le ordenó que en el saco del más joven pusiera, además del dinero, su copa de plata.El mayordomo lo hizo así,
3 y al amanecer los hermanos de José tomaron sus burros y se pusieron en marcha.
4 No habían avanzado mucho cuando José le dijo a su mayordomo:«Vete enseguida tras esos hombres, y cuando los alcances diles: “¿Por qué le han pagado mal a mi señor?
5 ¡Esta copa es la que mi señor usa para beber, y también para adivinar el futuro! ¡Realmente se han portado muy mal con él!”»
6 Cuando el mayordomo los alcanzó, les repitió todo esto, palabra por palabra.
7 Pero ellos le respondieron:—¿Por qué nos dice usted todo eso? ¡Nosotros jamás haríamos algo así!