1-3 El rey Sedequías envió a Pashur y al sacerdote Sofonías, a que le dijeran al profeta Jeremías:«Nabucodonosor, el rey de Babilonia, nos está atacando. Por favor, ruégale a Dios que nos ayude. Pídele que haga uno de sus milagros a favor de nosotros, para que ese rey nos deje tranquilos».Pero Dios tenía otro plan, y se lo comunicó a Jeremías. Entonces Jeremías les respondió a Pashur y a Sofonías:«Díganle al rey Sedequías
4 que el Dios de Israel dice: “El rey de Babilonia y sus soldados están rodeando y atacando la ciudad de Jerusalén. Frente a sus ataques, tus tropas retrocederán y se refugiarán en la ciudad.
5 Es más, yo mismo voy a pelear contra ustedes, y lo haré con todo mi poder y con toda mi furia. ¡Ya me tienen harto!
6 Voy a mandarles una enfermedad terrible, que matará a todos los que viven en esta ciudad, y hasta los animales.
7 A ti, Sedequías, y a tus oficiales, los pondré en manos de Nabucodonosor y de su ejército. También entregaré a la gente que no haya muerto por la enfermedad, la guerra o el hambre. Les juro que ese rey los matará sin compasión”».
8 Dios le dijo a Jeremías:«Dile de mi parte a este pueblo:“A todos lo que viven en Jerusalén les daré a elegir entre la vida y la muerte.