12 Yo le entregué las dos copias a Baruc, que era hijo de Nerías y nieto de Maaseías. Esto lo hice delante de mi primo Hanamel, de los testigos que habían firmado la escritura, y de toda la gente de Judá que estaba sentada en el patio de la guardia.
13 También delante de ellos le dije a Baruc:
14 «El Dios todopoderoso te ordena recibir esta escritura, tanto la copia sellada como la copia abierta. Guárdalas en una vasija de barro, para que no se echen a perder.
15 Dios nos promete que en este país volveremos a comprar casas, terrenos y viñedos».
16 Después de entregarle a Baruc la escritura, le pedí a Dios en oración:
17 «Dios de Israel, tú, con tu extraordinario poder, has creado el cielo y la tierra. ¡No hay nada que tú no puedas hacer!
18 Demuestras tu gran amor a miles de personas, pero también castigas a los hijos por el pecado de sus padres. ¡Tú eres grande y poderoso! ¡Por eso te llaman Dios del universo!