21-23 »Por eso, también les digo:Del norte, desde una región muy lejana,viene una nación muy poderosa.Sus soldados están bien armados,son muy crueles y no tienen compasión.Vienen cabalgando sobre sus caballos,y gritan con tanta fuerzaque parecen un mar furioso.¡Vienen contra ti, Jerusalén!¡Vienen dispuestos a atacarte!Yo haré que te destruyan».
24 El pueblo respondió:«Nos ha llegado la noticia,y tenemos mucho miedo;es tanto nuestro sufrimientoque parecemos una mujera punto de tener un hijo.
25 ¡Que no salga nadie al campo,ni ande nadie por los caminos!¡Ya se acerca el enemigo,y viene con la espada en la mano!¡Hay terror en todas partes!»Yo dije:
26 «Ponte ropa de luto, pueblo mío,y revuélcate en las cenizas.Llora de dolor,como si hubiera muerto tu único hijo;el enemigo que nos va a destruir,nos atacará por sorpresa».Dios dijo:
27 «Yo te he puesto entre mi pueblopara que vigiles su conducta.
28 Todos ellos son muy rebeldes,son tercos y mentirosos.Aparentan ser honestos,pero en realidad son unos corruptos.
29 El metal se purifica en el fuego,pero a los malvados no los purifica nada.¡Son un caso perdido!