23 Lo que sí les mandé fue que me obedecieran. Sólo así yo sería su Dios, y ellos serían mi pueblo. También les mandé obedecer mis mandamientos, para que siempre les fuera bien.
24 Pero sus antepasados no me obedecieron ni me prestaron atención; al contrario, fueron tercos y actuaron con maldad. Fue así como, en vez de mejorar, empeoraron.
25 Desde el día en que sus antepasados salieron de Egipto y hasta ahora, yo no he dejado de enviarles a mis servidores, los profetas. Lo he hecho una y otra vez,
26 y a pesar de todo eso, ellos no me obedecen ni me prestan atención, sino que son peores que sus antepasados.
27 »Jeremías, diles todo esto, aunque yo sé que no te van a contestar, y ni siquiera te harán caso.
28 Diles que son una nación mentirosa, que no ha querido obedecerme ni ha aceptado ser corregida».
29 «Habitantes de Jerusalén,vístanse de luto;vayan a las montañas desiertasy canten una canción fúnebre.Ustedes me hicieron enojar,y por eso los he rechazado;¡los he abandonado por completo!