1-2 »Cuando llegue ese día, sacarán de las tumbas los huesos de todas las autoridades y de todos los habitantes de Judá. Los tenderán en el suelo, a la luz del sol, la luna y las estrellas, pues ellos no solamente adoraron a estos astros del cielo, sino que los amaron y los consultaron. Esos huesos no volverán a ser enterrados, sino que se quedarán sobre la tierra, tirados como basura. Les juro que así será.
3 Dispersaré por todo el mundo a esta gente tan malvada, y los que queden con vida preferirán morir antes que seguir viviendo. Les juro que así será.
4 »Cuando alguien se equivoca, se corrige;cuando pierde el camino, vuelve a buscarlo.
5 Pero este pueblo me abandonóy no quiere volver a mí.La gente de Jerusalén insiste en rechazarme;prefiere a los dioses falsos,y no quiere volver a mí,que soy el Dios verdadero.
6 Los he escuchado con mucha atención,pero no hay quien diga la verdad,ni quien se arrepienta de su maldad.¡Nadie admite que ha hecho mal!Todos hacen lo que les da la gana,¡parecen caballos fuera de control!
7 Hasta la cigüeña y la grullaconocen las estaciones del año;también la tórtola y la golondrinasaben cuándo ir a un lugar más cálido.En cambio, este pueblo no me conoceni quiere obedecer mis leyes.
8 »¿Cómo se atreven ustedes a decirque son un pueblo inteligentey que me obedecen?¡Hasta los maestros enseñan mentiras,y luego andan diciendoque así dice la Biblia!