15 Pero en cierta ocasión les contestó el espíritu maligno:–Conozco a Jesús y sé quién es Pablo, pero vosotros, ¿quiénes sois?
16 Al propio tiempo, el hombre que tenía el espíritu maligno se lanzó sobre ellos, y con gran fuerza los dominó a todos, maltratándolos con tanta violencia que huyeron de la casa desnudos y heridos.
17 Todos los que vivían en Éfeso, judíos y no judíos, se enteraron de lo ocurrido y se llenaron de temor. De esta manera crecía la fama del nombre de Jesús.
18 También muchos de los que creyeron llegaban confesando públicamente todo lo malo que antes habían hecho,
19 y muchos que habían practicado la brujería trajeron sus libros y los quemaron en presencia de todos. Calculado el valor de aquellos libros, resultó ser como de unas cincuenta mil monedas de plata.
20 El mensaje del Señor iba así extendiéndose y demostrando su poder.
21 Pasado todo esto, Pablo decidió recorrer Macedonia y Acaya y continuar luego su viaje hasta Jerusalén. Y se decía a sí mismo que después de ir a Jerusalén tendría que ir también a Roma.