5 Mandó otro, y a este lo mataron. Después mandó otros muchos, pero a unos los golpearon y a otros los mataron.
6 “Todavía le quedaba uno: su propio hijo, a quien quería mucho. A él lo mandó el último, pensando: ‘Sin duda, respetarán a mi hijo.’
7 Pero los labradores se dijeron unos a otros: ‘Este es el heredero; matémoslo y la viña será nuestra.’
8 Así que lo cogieron, lo mataron y arrojaron su cuerpo fuera de la viña.
9 “¿Qué hará el dueño de la viña? Pues irá, matará a aquellos labradores y dará la viña a otros.
10 “¿No habéis leído lo que dicen las Escrituras?:‘La piedra que despreciaron los constructoreses ahora la piedra principal.
11 Esto lo ha hecho el Señory nosotros estamos maravillados.’ ”