1 En la región de Us había un hombre llamado Job, que vivía una vida recta, sin tacha, y que era un fiel servidor de Dios, cuidadoso de no hacer mal a nadie.
2 Job tenía siete hijos y tres hijas,
3 y era dueño de siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes y quinientas asnas. Tenía también un gran número de esclavos. Era el hombre más rico de todo el oriente.
4 Los hijos de Job acostumbraban celebrar banquetes en casa de cada uno de ellos, por turno, y siempre invitaban a sus tres hermanas.
5 Terminados los días del banquete, Job llamaba a sus hijos, y levantándose de mañana ofrecía holocaustos por cada uno de ellos, para purificarlos de su pecado. Esto lo hacía Job siempre, pensando que sus hijos podían haber pecado maldiciendo a Dios en su interior.
6 Un día en que debían presentarse ante el Señor sus servidores celestiales, se presentó también el ángel acusador entre ellos.
7 El Señor le preguntó:–¿De dónde vienes?El acusador respondió:–He andado recorriendo la tierra de un lado a otro.