14 El terror se apoderó de mí;todos los huesos me temblaban.
15 Un soplo me rozó la caray la piel se me erizó.
16 Alguien estaba allí,y pude ver su siluetaaunque no el aspecto que tenía.Todo era silencio... Luego oí una voz:
17 “¿Puede el hombre ser justo ante Dios?¿Puede ser puro ante su creador?
18 Ni aun sus servidores celestialesmerecen toda su confianza.Si hasta en sus ángeles encuentra Dios defectos,
19 ¡cuánto más en el hombre, que es tan débilcomo una casa de barro construida sobre el polvoy que puede ser aplastado como la polilla!
20 Entre la mañana y la tarde es destruido;muere para siempre, y a nadie le importa.