84 Jonatán incendió y saqueó Azoto y las aldeas vecinas. Incendió también el templo de Dagón, con todos los que se habían refugiado en él.
85 Fueron unos ocho mil hombres los que murieron a filo de espada o por el incendio.
86 Jonatán, saliendo de allí, acampó en Ascalón, cuyos habitantes salieron a recibirlo y le rindieron grandes honores.
87 Después Jonatán regresó a Jerusalén con su gente y un gran botín de guerra.
88 Cuando el rey Alejandro se enteró de lo sucedido, concedió aún más honores a Jonatán:
89 le envió un broche de oro, como era costumbre otorgar a los familiares de los reyes; además le dio Ecrón en propiedad, con todo su territorio.