41 En el año ciento setenta fue liberado Israel del yugo de los paganos;
42 desde entonces comenzó el pueblo a escribir en los documentos y en los contratos: “En el año primero de Simón, gran sumo sacerdote, general y caudillo de los judíos”.
43 Por aquel tiempo acampó Simón frente a Guézer, y la sitió con su ejército. Construyó una torre móvil de asalto, la acercó a la ciudad y, abriendo brecha en uno de los baluartes, se apoderó de él.
44 Los que estaban en la torre de asalto penetraron entonces en la ciudad, provocando entre la gente un fuerte alboroto.
45 Los habitantes de la ciudad subieron a la muralla con sus mujeres y sus hijos; llevaban las ropas desgarradas, y pedían a gritos que Simón les concediera la paz.
46 Decían:— ¡No nos trates como merece nuestra maldad, sino según tu propia compasión!
47 Entonces Simón pactó con ellos una tregua y no los atacó; pero los expulsó de la ciudad y purificó las casas donde había ídolos. De esta manera entró en la ciudad, entonando himnos y cantos de alabanza.