40 y cayeron rostro en tierra. Luego, a una señal dada por las trompetas, clamaron a Dios.
41 Judas dio entonces a sus soldados la orden de atacar a los que estaban en la ciudadela, mientras se purificaba el Templo.
42 Después eligió a sacerdotes de conducta intachable y fieles a la ley,
43 los cuales purificaron el Templo y llevaron las piedras contaminadas a un lugar impuro.
44 Deliberaron acerca del altar de los holocaustos, que había sido profanado,
45 y resolvieron, como mejor idea, demolerlo. Así no sería para ellos un motivo de vergüenza, puesto que había sido mancillado por los paganos. Demolieron, pues, el altar
46 y depositaron las piedras en un lugar apropiado del monte del Templo, hasta que surgiera un profeta que decidiera lo que se debía hacer con ellas.