6 Pero, al rayar el alba, se presentó Judas en la llanura, con tres mil hombres que no disponían de los escudos ni de las espadas que hubieran deseado;
7 en cambio, veían en el campamento de los paganos un ejército bien pertrechado y fortificado, rodeado de caballería y con hombres adiestrados para la guerra.
8 Judas arengó entonces a los hombres que iban con él:— No teman a esa multitud, ni los asusten sus ataques.
9 Recuerden cómo fueron salvados nuestros antepasados en el mar Rojo, cuando el faraón los perseguía con su ejército.
10 Pidamos ahora a Dios que se compadezca de nosotros, que recuerde su alianza con nuestros antepasados y que derrote hoy, en presencia nuestra, a ese ejército.
11 Así reconocerán todas las naciones que hay un libertador y salvador de Israel.
12 Aquellos extranjeros alzaron sus ojos y, al ver que los israelitas venían contra ellos,