28 Entonces Judas y su ejército tomaron otra dirección, encaminándose rápidamente a Bosrá a través del desierto. Llegaron a la ciudad, la tomaron, pasaron a cuchillo a todos los varones, la saquearon y la incendiaron.
29 Al caer la noche, se dirigieron a la fortaleza de Datema.
30 Al amanecer vieron una innumerable multitud provista de escaleras y máquinas de guerra, dispuesta para atacar a los sitiados y tomar la fortaleza.
31 Judas vio que la batalla había comenzado: oyó un gran griterío en la ciudad y un fuerte sonido de trompetas que subía hasta el cielo.
32 Entonces dijo a los hombres de su ejército:— ¡Luchen hoy por nuestros hermanos!
33 Dispuso en tres columnas las tropas, las cuales avanzaron por la retaguardia del enemigo mientras sonaban las trompetas y oraban a gritos.
34 El ejército de Timoteo, al enterarse de que se trataba del Macabeo, emprendió la huida; y Judas les causó ese día una terrible derrota dando muerte a unos ocho mil soldados.