18 La guarnición de la ciudadela no dejaba a los israelitas salir del entorno del Templo, causándoles todo el daño posible y favoreciendo a los paganos.
19 Por eso, Judas, decidido a acabar con ellos, convocó a todo el pueblo para sitiarlos.
20 El año ciento cincuenta se reunieron y les pusieron cerco, montando plataformas de tiro y máquinas de guerra.
21 Pero algunos de los sitiados se escaparon rompiendo el cerco, y a ellos se les unieron ciertos renegados de Israel
22 que fueron a decirle al rey:— ¿Hasta cuándo habremos de esperar que nos hagas justicia y vengues a nuestros hermanos?
23 Nosotros hemos servido con todo agrado a tu padre, cumplimos sus órdenes y obedecimos sus decretos;
24 pero ahora nuestros compatriotas han cercado la ciudadela y nos tratan como a extraños, matan a cualquiera de los nuestros que cae en sus manos y se han apoderado de todos nuestros bienes.