17 No digas: “Me esconderé del Señor,pues, ¿quién allá arriba se acordará de mí?Nadie me reconocerá entre tantos,insignificante como soy en el inmenso universo”.
18 Hasta los cielos más misteriosos y encumbradosse estremecen, junto con la tierra y el abismo,cuando el Señor decide hacerse presente.
19 Igualmente los montes y los cimientos de la tierrase echan a temblar cuando él los mira.
20 Pero el corazón humano no piensa en estas cosasni presta atención a sus designios.
21 Como sobreviene la tempestad sin que uno se dé cuenta,así la mayor parte de sus obras quedan ocultas.
22 ¿Quién proclamará el bien que uno haceo qué se puede esperar de una alianza tan lejana?
23 Así razonan los que andan faltos de sensatez,pues el necio y el descarriado sólo piensan necedades.