1 El que vive por siempre creó el universo.
2 Sólo el Señor está limpio de toda culpa.
4 ¿Acaso encargó a alguien pregonar sus obraso puede alguno investigar su grandeza?
5 ¿Podrá alguien calcular su grandioso podero hacer completo recuento de su misericordia?
6 Nada se puede disminuir, nada aumentar,ni es posible investigar las maravillas del Señor.
7 Cuando uno ha terminado, acaba de empezar;cuando se toma un respiro, es para asombrarse.
8 ¿Quién es el ser humano? ¿Cuál su utilidad?El bien o el mal que hace, ¿qué sentido tiene?
9 Los días del ser humano están contados;si llega a cien años, será algo excepcional;
10 como gota de agua en el mar o como grano de arena,así son sus pocos años frente a la eternidad.
11 Por eso tiene paciencia el Señor con los humanosy derrama su misericordia sobre ellos.
12 Sabe muy bien que su final es desgraciadoy por eso no se cansa de perdonarlos.
13 Sólo con los suyos son compasivos los humanos,el Señor lo es con todo ser viviente:reprende, corrige, enseña y guíacomo hace un pastor con su rebaño.
14 Tiene compasión de quienes acogen su doctrinay de quienes se afanan por cumplir sus decretos.
15 Hijo mío, no eches a perder un favor con censuras,ni un regalo con palabras desabridas.
16 ¿No alivia el rocío el calor sofocante?Pues así una palabra oportuna es preferible al regalo.
17 ¿No es mejor que un regalo una palabra oportuna?Aunque el bondadoso sabrá unir ambas cosas.
18 Cuando el necio critica, lo hace ásperamente;si el envidioso hace un regalo, dan ganas de llorar.
19 Antes de hablar, procura informarte;y para no caer enfermo, anticipa el remedio.
20 Antes de juzgar*, examínate a ti mismoy cuando el Señor te pida cuentas, serás perdonado.
21 Si no quieres enfermar, humíllate;y, en caso de que peques, arrepiéntete.
22 Lo que prometas al Señor, cúmplelo a tiempoy no esperes al día de la muerte para ajustar cuentas.
23 Antes de hacer una promesa, disponte a cumplirla,y no quieras poner a prueba al Señor.
24 Ten presente la cólera del día final,el tiempo del castigo cuando el Señor oculte su rostro.
25 En momentos de abundancia, recuerda los de escasez;en días de riqueza, no olvides la pobreza y la indigencia.
26 De la mañana a la tarde puede cambiar la situación,todo pasa como un relámpago en presencia del Señor.
27 El sabio siempre está en guardia;cuando el pecado amenaza, evita todo descuido.
28 El prudente sabe dónde está la sabiduría,y no puede menos de alabar a quien la encuentra.
29 Prudente en hablar, sabio seguro;de su boca saldrán proverbios acertados.
30 No te dejes llevar de tus pasionesy esfuérzate en refrenar tus apetencias.
31 Si te dejas dominar por tus caprichos,se burlarán de ti tus enemigos.
32 No cifres tu alegría en una vida de placer,pues quedarás arruinado por sus gastos.
33 No te empobrezcas organizando fiestas,cuando no tienes un céntimo en tu bolsay tienes que hacerlo con dinero prestado.