5 de ser tragado por el profundo abismo,de la lengua impura y la palabra mentirosa,
6 y de las flechas de una lengua malvada.Estaba yo al borde mismo de la muertey mi vida tocaba ya lo más hondo del abismo;
7 me cercaban por doquier y nadie me auxiliaba,busqué a alguien que me socorriera y no lo había.
8 Entonces me acordé, Señor, de tu misericordiay de los favores que has hecho desde siempre:de que libras a quienes ponen su confianza en tiy los salvas de las garras enemigas.
9 Elevé, desde la tierra mi súplicay solicité ser librado de la muerte.
10 Invoqué al Señor: “Tú eres mi padre;no me abandones en los días de angustia,cuando, indefenso, me acosan los prepotentes.Alabaré incansablemente tu nombrey entonaré himnos de acción de gracias”.
11 Mi súplica fue entonces atendida,pues me salvaste de caer en la ruinay me arrancaste de una difícil situación.