7 También observé en la tierra otra locura:
8 el caso del hombre solitario, sin hijos ni hermanos, y que trabaja arduamente para seguir acumulando riquezas. No se pregunta a quién le quedará todo. ¿Y por qué renuncia a tanto ahora? ¡Todo esto es tan sin sentido y deprimente!
9 Más vale dos que uno, porque el resultado puede ser mucho mejor.
10 Si uno cae, el otro lo levanta; pero si el hombre solitario cae, su problema es grave.
11 Además, en noche fría, dos bajo una frazada mutuamente se dan calor; pero, ¿cómo se calentará el solitario?
12 Y uno solo puede ser atacado y vencido, pero dos, espalda contra espalda, pueden resistir y triunfar; y tres son aún mejores, pues una cuerda de tres hilos no es fácil de romper.
13 Mejor es el joven pobre y sabio que el rey viejo y necio que rechaza todo consejo.