40 A la mañana siguiente los israelitas se levantaron muy temprano y comenzaron a avanzar hacia la tierra prometida.—Comprendemos que hemos pecado —dijeron—, pero ahora estamos dispuestos a entrar en la tierra que el SEÑOR nos ha prometido.
41 —Es demasiado tarde —les respondió Moisés—. Ahora están desobedeciendo las órdenes del SEÑOR de regresar al desierto.
42 No sigan con ese plan o serán derrotados por sus enemigos, porque el SEÑOR no irá con ustedes.
43 ¿No recuerdan? ¡Allí están los amalecitas y los cananeos! Ustedes se han apartado del SEÑOR y ahora él se apartará de ustedes.
44 Pero ellos avanzaron hacia las montañas a pesar de que ni el cofre ni Moisés salieron con ellos del campamento.
45 Entonces los amalecitas y los cananeos que vivían en las montañas cayeron sobre ellos y los atacaron y los persiguieron hasta el pueblo de Jormá donde los derrotaron totalmente: