7 y le dijeron al pueblo:—Tenemos un país maravilloso por delante
8 y el SEÑOR nos ama. Él hará que entremos sanos y salvos en la tierra y nos la entregará. Es una tierra muy fértil, una tierra de la que verdaderamente fluye leche y miel.
9 No se rebelen contra el SEÑOR y no teman al pueblo que habita en aquella tierra. Los venceremos fácilmente. El SEÑOR está con nosotros y se ha apartado de ellos. No teman.
10 Como respuesta, todo el pueblo se dispuso apedrearlos. Pero la gloria del SEÑOR apareció ante ellos,
11 y el SEÑOR le dijo a Moisés:—¿Hasta cuando me despreciará este pueblo? ¿Es que nunca me creerán aun después de todos los milagros que he hecho entre ellos?
12 Los desheredaré y los destruiré con una plaga, y de ti haré una nación mucho más poderosa que ellos.
13 —Pero, ¿qué pensarán los egipcios cuando oigan acerca de esto? —le respondió Moisés al SEÑOR—. Ellos saben bien la demostración de poder que hiciste al rescatar a tu pueblo.