1 Un día Coré (hijo de Izhar, nieto de Coat y descendiente de Leví) conspiró con Datán y Abirán (hijos de Eliab), y con On (hijo de Pélet). La intención de los tres, que por cierto pertenecían a la tribu de Rubén,
2 era incitar al pueblo a una rebelión contra Moisés. En dicha rebelión participaron doscientos cincuenta varones, todos miembros principales del consejo y personas de renombre en el pueblo.
3 Se presentaron delante de Moisés y Aarón y les dijeron:—Ya los hemos soportado bastante. Ustedes no son mejores que los demás. Todo israelita es un escogido del SEÑOR, y él está con nosotros: ¿Qué derecho tienen ustedes de ponerse en puestos de mando y de demandar que les obedezcamos, y de actuar como si fueran superiores a los demás israelitas?
4 Cuando Moisés oyó aquello se postró rostro en tierra,
5 y dijo a Coré y a los que estaban con él:—Mañana el SEÑOR mostrará quiénes son los suyos, quién es santo y a quién ha escogido como sacerdote.
6 Hagan esto: Coré, tú y todos los que están contigo tomen incensarios mañana,
7 enciéndanlos y pongan incienso en ellos delante del SEÑOR, y así sabremos a quién ha escogido el SEÑOR. Ustedes, hijos de Leví, son los presuntuosos.