36 Cuando el rey Balac oyó que Balán se acercaba, salió de la capital y se dirigió a encontrarlo en el río Arnón, en la frontera de su tierra.
37 —¿Por qué te has demorado tanto? —le preguntó—. ¿No creíste cuando yo te dije que te daría grandes honores?
38 Balán replicó:—He venido, pero no tengo poder para decir nada, salvo lo que el SEÑOR me diga. Y eso es lo que haré.
39 Balán acompaño al rey hasta Quiriat Juzot,
40 donde el rey Balac dio animales a Balán y a los embajadores para que ofrecieran sacrificios.
41 A la mañana siguiente Balac llevó a Balán hasta la cumbre del monte de Ramot Baal, desde el cual podía ver a todo el pueblo de Israel esparcido delante de sí.