3 Todos ellos fueron ungidos para él sacerdocio, y dedicados para el servicio del santuario.
4 Pero Nadab y Abiú murieron delante del SEÑOR en el desierto del Sinaí, porque utilizaron un fuego diferente al que Dios les había indicado. Y como no tenían hijos, sólo quedaron Eleazar e Itamar para ayudar a su padre Aarón.
5 Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés:
6 «Convoca a la tribu de Leví y preséntalos a Aarón, para que sean sus ayudantes.
7-9 Seguirán sus instrucciones y realizarán los deberes sagrados del santuario en lugar de todo el pueblo de Israel, al cual representan. Se encargarán de todos los suministros del santuario y de su mantenimiento.
10 Pero sólo Aarón y sus hijos están autorizados para desempeñar este cargo; cualquiera otro que se atreva a hacerlo morirá».
11 Además el SEÑOR le dijo a Moisés: