4 Pero el Señor es bueno;cortó las cuerdas con que me ataban los impíos.
5 Que todos los que odian a Jerusalénretrocedan en vergonzosa derrota.
6 Que sean tan inútiles como la hierba que crece en un techo,que se pone amarilla a la mitad de su desarrollo,
7 que es ignorada por el cosechadory despreciada por el que hace los manojos.
8 Y que los que pasan por allíse nieguen a darles esta bendición:«El Señor los bendiga;los bendecimos en el nombre del Señor».