3 «¡Rompamos las cadenas! —gritan—,¡y liberémonos de ser esclavos de Dios!».
4 Pero el que gobierna en el cielo se ríe;el Señor se burla de ellos.
5 Después los reprende con enojo;los aterroriza con su intensa furia.
6 Pues el Señor declara:«He puesto a mi rey elegido en el tronode Jerusalén, en mi monte santo».
7 El rey proclama el decreto del Señor:«El Señor me dijo: “Tú eres mi hijo.Hoy he llegado a ser tu Padre.
8 Sólo pídelo, y te daré como herencia las naciones,toda la tierra como posesión tuya.
9 Las quebrarás con vara de hierroy las harás pedazos como si fueran ollas de barro”».