9 Sin embargo, me sacaste a salvo del vientre de mi madrey, desde que ella me amamantaba, me hiciste confiar en ti.
10 Me arrojaron en tus brazos al nacer;desde mi nacimiento, tú has sido mi Dios.
11 No te quedes tan lejos de mí,porque se acercan dificultades,y nadie más puede ayudarme.
12 Mis enemigos me rodean como una manada de toros;¡toros feroces de Basán me tienen cercado!
13 Como leones abren sus fauces contra mí;rugen y despedazan a su presa.
14 Mi vida se derrama como el agua,y todos mis huesos se han dislocado.Mi corazón es como ceraque se derrite dentro de mí.
15 Mi fuerza se ha secado como barro cocido;la lengua se me pega al paladar.Me acostaste en el polvo y me diste por muerto.