8 Que sean como caracoles que se disuelven y se hacen baba,como un niño que nace muerto y que nunca verá el sol.
9 Dios los barrerá a todos, tanto a jóvenes como a ancianos,más rápido de lo que se calienta una olla sobre espinos ardientes.
10 Los justos se alegrarán cuando vean la injusticia vengada;se lavarán los pies en la sangre de los perversos.
11 Entonces, por fin, todos dirán:«Es verdad que hay recompensa para los que viven para Dios;es cierto que existe un Dios que juzga con justicia aquí en la tierra».