1 ¡Qué bella es tu morada,oh Señor de los Ejércitos Celestiales!
2 Anhelo y hasta desfallezco de deseopor entrar en los atrios del Señor.Con todo mi ser, mi cuerpo y mi alma,gritaré con alegría al Dios viviente.
3 Hasta el gorrión encuentra un hogary la golondrina construye su nido y cría a sus pollueloscerca de tu altar,¡oh Señor de los Ejércitos Celestiales, mi Rey y mi Dios!
4 ¡Qué alegría para los que pueden vivir en tu casacantando siempre tus alabanzas!Interludio
5 ¡Qué alegría para los que reciben su fuerza del Señor,los que se proponen caminar hasta Jerusalén!
6 Cuando anden por el Valle del Llanto,se convertirá en un lugar de manantiales refrescantes;las lluvias de otoño lo cubrirán de bendiciones.
7 Ellos se harán cada vez más fuertes,y cada uno se presentará delante de Dios en Jerusalén.