2 Reyes 1 RVR1909

1 Después de la muerte de Acab, se rebeló Moab contra Israel.

2 Y Ocozías cayó por la celosía de una sala de la casa que tenía en Samaria; y estando enfermo envió mensajeros y les dijo: Id y consultad a Baal-zebub, dios de Ecrón, si he de sanar de esta enfermedad.

3 Entonces el ángel de Jehová habló a Elías, el tisbita, diciendo: Levántate y sube a encontrarte con los mensajeros del rey de Samaria y diles: ¿Acaso no hay Dios en Israel para que vosotros vayáis a consultar a Baal-zebub, dios de Ecrón?

4 Por tanto, así dice Jehová: Del lecho al que subiste no descenderás, sino que ciertamente morirás. Y Elías se fue.

5 Y cuando los mensajeros regresaron al rey, él les dijo: ¿Por qué habéis regresado?

6 Y ellos le respondieron: Encontramos a un hombre que nos dijo: Id y regresad al rey que os envió, y decidle: Así ha dicho Jehová: ¿Acaso no hay Dios en Israel, para que tú envíes a consultar a Baal-zebub, dios de Ecrón? Por tanto, del lecho al que subiste no descenderás, sino que ciertamente morirás.

7 Entonces él les dijo: ¿Cómo era el hombre que encontrasteis y que os dijo tales palabras?

8 Y ellos le respondieron: Un hombre velludo que ceñía sus lomos con un cinturón de cuero. Entonces él dijo: Es Elías, el tisbita.

9 Entonces envió a él un capitán de cincuenta con sus cincuenta hombres, el cual subió adonde él estaba; y he aquí que él estaba sentado en la cumbre del monte. Y él le dijo: Oh hombre de Dios, el rey ha dicho que desciendas.

10 Y Elías respondió y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy hombre de Dios, descienda fuego del cielo y te consuma con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo que lo consumió a él y a sus cincuenta.

11 Volvió el rey a enviar a él otro capitán de cincuenta con sus cincuenta; y le habló y dijo: Oh hombre de Dios, el rey ha dicho así: Desciende pronto.

12 Y Elías le respondió y dijo: Si yo soy hombre de Dios, descienda fuego del cielo y te consuma con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo que lo consumió a él y a sus cincuenta.

13 Y volvió a enviar al tercer capitán de cincuenta con sus cincuenta; y subió aquel tercer capitán de cincuenta, y vino, y se puso de rodillas delante de Elías y le rogó, diciendo: Oh hombre de Dios, te ruego que mi vida y la vida de éstos tus cincuenta siervos sean de valor ante tus ojos.

14 He aquí ha descendido fuego del cielo y ha consumido a los dos primeros capitanes de cincuenta con sus cincuenta; sea ahora mi vida de valor ante tus ojos.

15 Entonces el ángel de Jehová dijo a Elías: Desciende con él; no tengas miedo de él. Y él se levantó y descendió con él al rey.

16 Y le dijo: Así dice Jehová: Por cuanto enviaste mensajeros a consultar a Baal-zebub, dios de Ecrón (¿acaso no hay Dios en Israel para consultar su palabra?), no descenderás, por tanto, del lecho al que subiste, sino que de cierto morirás.

17 Y murió conforme a la palabra de Jehová que había hablado Elías; y reinó en su lugar Joram, en el segundo año de Joram hijo de Josafat, rey de Judá, porque Ocozías no tenía hijo.

18 Y los demás hechos de Ocozías, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?

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