10 Y él le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me ves cuando sea quitado de ti, te será concedido; pero si no, no.
11 Y sucedió que, yendo ellos hablando, he aquí, un carro de fuego con caballos de fuego los apartó a los dos, y Elías subió al cielo en un torbellino.
12 Al ver esto, Eliseo clamó: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y no le vio más; y tomó sus vestidos y los rasgó en dos partes.
13 Alzó luego el manto de Elías que se le había caído, y regresó y se paró a la orilla del Jordán.
14 Y tomó el manto de Elías que se le había caído, y golpeó las aguas y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? Y cuando también hubo golpeado las aguas, éstas se apartaron a uno y a otro lado, y Eliseo pasó.
15 Y cuando le vieron los hijos de los profetas que estaban al otro lado, en Jericó, dijeron: El espíritu de Elías reposa sobre Eliseo. Y fueron a recibirle y se postraron en tierra ante él.
16 Y dijeron: He aquí, hay con tus siervos cincuenta hombres fuertes; te rogamos que dejes que vayan y busquen a tu señor; quizá lo ha levantado el espíritu de Jehová y lo ha arrojado en algún monte o en algún valle. Y él les dijo: No los enviéis.