11 Porque he aquí ha pasado el invierno, la lluvia ha cesado y se ha ido;
12 han aparecido las flores en la tierra, el tiempo de la canción ha venido, y en nuestro país se oye el arrullo de la tórtola.
13 La higuera ha dado sus verdes higos, y las vides en cierne han esparcido su fragancia. Levántate, oh amada mía, hermosa mía, y ven.
14 Paloma mía, que anidas en las grietas de la peña, en lo escondido de escarpados parajes, muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz, porque dulce es tu voz y hermoso tu aspecto.
15 Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas que echan a perder las viñas, pues nuestras viñas están en flor.
16 Mi amado es mío, y yo suya; él apacienta entre los lirios.
17 Hasta que despunte el día y huyan las sombras, vuelve, amado mío; sé semejante a la gacela o al cervatillo sobre los montes de Beter.