Cantares 4 RVR1909

1 He aquí, ¡qué hermosa eres, amada mía!, he aquí, ¡qué hermosa eres! Tus ojos son como de paloma detrás de tu velo; tus cabellos, como manada de cabras que se recuestan en el monte de Galaad.

2 Tus dientes, como manada de ovejas trasquiladas que suben del lavadero, todas con crías gemelas, y ninguna de ellas ha perdido su cría.

3 Tus labios, como hilo de grana, y tu boca hermosa; tus sienes, como gajos de granada detrás de tu velo.

4 Tu cuello, como la torre de David, edificada para armería; de ella cuelgan mil escudos, escudos todos de valientes.

5 Tus dos pechos, como crías gemelas de gacela que se apacientan entre lirios.

6 Hasta que despunte el día y huyan las sombras, me iré al monte de la mirra, y al collado del incienso.

7 Toda tú eres hermosa, amada mía, y en ti no hay mancha.

8 Ven conmigo del Líbano, oh esposa mía, del Líbano conmigo ven. Mira desde la cumbre del Amana, desde la cumbre del Senir y del Hermón, desde las guaridas de los leones, desde los montes de los leopardos.

9 Has cautivado mi corazón, hermana mía, esposa mía; has cautivado mi corazón con una mirada de tus ojos, con un solo dije de tu gargantilla.

10 ¡Cuán hermosos son tus amores, hermana mía, esposa mía! ¡Cuánto mejores que el vino tus amores, y la fragancia de tus ungüentos mejor que todas las especias aromáticas!

11 Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa; miel y leche hay debajo de tu lengua; y la fragancia de tus vestidos como el olor del Líbano.

12 Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía; fuente cerrada, fuente sellada.

13 Tus renuevos paraíso de granados, con frutos exquisitos, de alheña y de nardos,

14 nardo y azafrán, caña aromática y canela, con todos los árboles de incienso; mirra y áloes, con todas las principales especias aromáticas.

15 Fuente de huertos, pozo de aguas vivas, y corrientes del Líbano.

16 Despierta, Aquilón, y ven, Austro; soplad en mi huerto; despréndanse sus aromas. Venga mi amado a su huerto y coma de su dulce fruta.

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