6 Si te incita tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo, o tu hija, o la esposa amada o tu amigo del alma, diciendo en secreto: Vayamos y sirvamos a dioses ajenos, que ni tú ni tus padres habéis conocido,
7 los dioses de los pueblos que están en vuestros alrededores, cerca de ti o lejos de ti, desde un cabo de la tierra hasta el otro cabo de ella,
8 no consentirás con él ni le darás oídos, ni tu ojo se apiadará de él, ni le tendrás compasión ni lo encubrirás.
9 Antes lo matarás; tu mano se alzará primero sobre él para matarle, y después la mano de todo el pueblo.
10 Y lo apedrearás, y morirá, por cuanto procuró apartarte de Jehová tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre,
11 para que todo Israel oiga y tema, y no vuelva a hacer cosa semejante a esta maldad en medio de ti.
12 Si oyes que se dice en alguna de tus ciudades que Jehová tu Dios te da para que mores en ellas,